lunes, 21 de enero de 2008

Gracias, Roberto

Lo que a uno le entra en el cuerpo cuando se percata de que ha perdido el lápiz de memoria USB de 8 MB con la documentación de todo el curso, más documentación particular, centenares de fotos (antiguas y actuales) y multitud de archivos variados, y además es plenamente consciente de que lo ha perdido en la calle, es difícil de contar si no se ha experimentado (mejor sufrido) en las propias carnes.
Pues eso fue lo que me pasó ayer: Cuando me di cuenta recorrí paso a paso los distintos lugares en los que había estado y nada de nada. Cabreo monumental conmigo mismo (y encima no puedes culpar a nadie) y a joderse toca, con ganas de "pegarme chocazos contra la pared". Lo de menos es lo que cuesta la memoria USB, sino el tiempo empleado en confeccionar toda la documentación perdida, pues hacía tiempo que no realizaba copia de seguridad (y eso que yo siempre aconsejo hacerla a diario, pero ya se sabe: "haz lo que yo digo, pero no digas lo que yo hago").
Afortunadamente todavía hay gente honrada y Roberto Ríos lo encontró tirado en la calle San Agustín, y al ver fotos mías y otros documentos con mi nombre, me la ha traído esta mañana al colegio, ¡Joder, que alegría me ha dado!. Sinceramente, muchísimas gracias Roberto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

de nada Norberto, para eso estamos.
Rober.