viernes, 20 de mayo de 2011

Hay elecciones...

Hay elecciones, si, y eso ya lo sabíamos todos. He seguido los diferentes blogs, algunos anónimos (sin comentarios), y las propuestas de gobierno que se hacen en uno de ellos, pero en este artículo quiero hacer una pequeña reflexión sobre algunos vicios de nuestra (creo que aún novata y viciada) democracia.
He recibido popaganda electoral en mi domicilio de los dos partidos que aquí se presentan y observo algunas cosas curiosas, por calificarlas de alguna manera:
No me voy a molestar en escanear los sobres que envían cada uno de los partidos, pues como muchos los habréis recibido al igual que yo basta con compararlos y observar a simple vista la diferencia de grosor en las letras "Elecciones locales" (ahora habría que compararlos con los que habrá en las mesas electorales). De todas formas si  los diferentes partidos pretenden "controlar" nuestro voto de esta manera tan burda se me ocurre cambiar la papeleta de sobre y asunto resuelto, pero... partiendo de la hipótesis de que realmente existe este vergonzante seguimiento del voto, la solución seria a este atropello democrático es la siguiente:
La ley electoral debe prohibir el reparto de papeletas y sobres a domicilio, así como el que en las mesas electorales estén las diferentes papeletas a la vista de todos: Las papeletas y sobres estarán exclusivamente en las cabinas, cada votante entrará en la cabina y allí recogerá libremente y en privado la papeleta del partido al que quiera votar sin sentirse en absoluto vigilado o controlado por nadie. Así evitamos suspicacias y ahorramos dinero (que estamos en crisis) duplicando la impresión de sobres y papeletas, ya que la Administración tiene la obligación de proveer a todas las mesas electorales del país de suficientes papeletas de voto de todos los patidos que se presenten a las votaciones.
Otro hecho curioso en la documentación recibida en mi buzón es que ambos partidos piden mi voto en estas elecciones, pero... a uno de ellos se le olvidó dejarme el programa electoral, o sea, si lo he entendido bien, me piden un voto a ciegas con muy bonitas palabras, pero a ciegas, sin informarme de absolutamente nada ni dándome la más mínima idea de lo que pretender hacer en los próximos cuatro años para solucionar la catastrófica situación en la que nos encontramos en la actualidad. Por favor, vamos a ser un poco más serios y vamos a respetad un poco más a los votantes.
Para terminar, mañana toca reflexionar si lo permiten los del 15-M, y el domingo a votar libremente, si puede ser.

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