Los viejos rockeros...

Corría el verano de 1.982 y Miguel Rios triunfaba con el Rock & Ríos, teníamos veintidos añitos y nosotros estuvimos allí, en Córdoba, con horas de espera que merecieron la pena para disfrutar de un concierto apasonante que supo a poco y que ni se sabe cuantas veces habremos oido  desde entonces en Lp de vinilo, cinta de cassete (estos jóvenes igual no saben de que hablo) y ahora en CD, mp3,...

En la canción "Sueño espacial" coreabamos al unísono y estabamos convencidos porque "... hay que cambiar el sistema, entramos en la cuenta atrás. Si no ponemos remedio el ser humano nunca vencerá,... llega el año 2.000...", y aún quedaban dieciocho años para el cambio del milenio.

Pues pasaron esos dieciocho años, y otros diez más, y se sumaron y ya no eran veintidos sino cincuenta los años que nos calzamos. Miguel Ríos decide hacer la gira de despedida "Bye bye Ríos"comenzando el 17 de septiembre en su tierra, Granada, junto con Pereza, Amaral, Ana Belén, Rosendo, Revolver, Manolo García,...y nosotros, porque también nosotros teníamos que estar allí y revivir tantas y tantas canciones de este viejo rockero, pero esta vez nos acompañaban nuestros hijos (emotivo a tope) y si en 1.982 lo disfrutamos en el 2.010 lo saboreamos como se hace con un buen vino de una cosecha excepcional, pero con la misma alegría, la misma marcha y el mismo entusiasmo del disfrute de la buena música. De este concierto me quedo con la esperanza que transmite la últma canción que cantamos con Miguel Ríos esta noche inolvidable del pasado 17 de septiembre: "... el canto alegre del que espera un nuevo día, ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol en que los hombres volverán a ser hermanos..."

Para terminar, Miguel Ríos sigue estando en plena forma y con un torrente de voz por el que no parecen haber pasado los años.