Había fundadas sospechas de que tenía truco la gratificación de 400 euros que Zapatero ofreció a los trabajadores en plena campaña electoral. De la chistera del presidente han salido ya tantos conejos que uno más no podía sorprender a nadie. Pero faltaba la prueba de que había trampa. Pues bien, la acaba de desvelar el pitoniso Solbes en los Presupuestos Generales del Estado. Es muy sencilla: al no actualizar la tarifa y las deducciones del IRPF con la inflación, cada trabajador tendrá que pagar, de media, unos 400 euros más a Hacienda; para los que ganen más de 33.000 euros, la cantidad sube a 475 euros. Y esto en el supuesto más favorable de que la inflación no supere el 3%. Con este truco, Solbes recupera más de 2.500 millones de euros y los que festejaron la propina electoral de Zapatero sufrirán ahora la amargura de devolverla. Menudo chasco.
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