Desde que lo estudié en la carrera me han llamado la atención la vida, los descubrimientos y los tropiezos con la Iglesia de, quizás, uno de los mayores científicos inventores y descubridores de la Humanidad: GALILEO GALILEI (1.564-1-642), iniciador de la revolución científica, destacando como astrónomo, filósofo, matemático y físico. Isaac Newton afirmó: “Si he llegado a ver tan lejos fue gracias a que gigantes como Kepler, Copérnico y Galieo me elevaron sobre sus hombros”
Además de otros muchos inventos, formuló la teoría heliocéntrica (La Tierra gira alrededor del Sol) ya anticipada por Copérnico, cuando la Iglesia mantenía firmemente que la Tierra era el centro del Universo, lo que motivó que la Congregación del Santo Oficio (la Inquisición) le abriera un proceso en 1.633 (ya había tenido otros previos) por vehemente sospecha de herejía.
Estando en peligro su vida, se vio obligado a confesar públicamente ante el temible tribunal un error que no era tal: “Yo, Galileo Galilei…, abandono la falsa opinión… de que el Sol es el centro (del universo) y está inmóvil… Abjuro, maldigo y detesto dichos errores”. Se dice que cuando el anciano se puso en pie murmuró: “E pur si mueve” , que significa “Y sin embargo (La Tierra) se mueve (alrededor del Sol)". Fue condenado a prisión perpetua, pena suavizada al permitírsele que la cumpliera en su villa de Arcetri, cerca de Florencia, donde falleció.
La figura de Galileo Galilei volvió a ponerse de actualidad en 1.979, cuando se inició por una comisión nombrada por el Papa Juan Pablo II una investigación para esclarecer los distintos aspectos del proceso al que fue sometido por un tribunal eclesiástico. En octubre de 1.992, esta comisión papal reconoció el error del Vaticano cometido varios siglos antes. Como dice el refrán, "más vale tarde que nunca".
Además de otros muchos inventos, formuló la teoría heliocéntrica (La Tierra gira alrededor del Sol) ya anticipada por Copérnico, cuando la Iglesia mantenía firmemente que la Tierra era el centro del Universo, lo que motivó que la Congregación del Santo Oficio (la Inquisición) le abriera un proceso en 1.633 (ya había tenido otros previos) por vehemente sospecha de herejía.
Estando en peligro su vida, se vio obligado a confesar públicamente ante el temible tribunal un error que no era tal: “Yo, Galileo Galilei…, abandono la falsa opinión… de que el Sol es el centro (del universo) y está inmóvil… Abjuro, maldigo y detesto dichos errores”. Se dice que cuando el anciano se puso en pie murmuró: “E pur si mueve” , que significa “Y sin embargo (La Tierra) se mueve (alrededor del Sol)". Fue condenado a prisión perpetua, pena suavizada al permitírsele que la cumpliera en su villa de Arcetri, cerca de Florencia, donde falleció.
La figura de Galileo Galilei volvió a ponerse de actualidad en 1.979, cuando se inició por una comisión nombrada por el Papa Juan Pablo II una investigación para esclarecer los distintos aspectos del proceso al que fue sometido por un tribunal eclesiástico. En octubre de 1.992, esta comisión papal reconoció el error del Vaticano cometido varios siglos antes. Como dice el refrán, "más vale tarde que nunca".
Galileo Galilei puede ser un símbolo de la libertad de pensamiento para cualquier persona que tenga ideas contrarias a lo que la mayoría de la otra gente cree.